Letra: Rodolfo Zapata
Música: Ernesto Cabeza
I Señores, yo soy muy flaco pero de corazón tierno, y tengo una novia gorda, para pasar el invierno. Pesa ciento treinta kilos, se come un lechón entero, ¡qué me importa que sea gorda, si pa' correr no la quiero! De espaldas parece un horno, y de ombú tiene la forma, calienta cuando hace frío y en verano me da sombra. Estribillo ¡Qué lástima, che, compadre, la chacarera se acaba!... Y entre empanadas y vino, se viene la madrugada. II Anoche la llevé a un baile a mi novia la Ruperta, pa' que ella pudiera entrar hubo que ensanchar la puerta. La bajaron de un camión, rodeao de gente mirona, y un estanciero gritaba: ¡Yo compro esa vaquillona!... No cabe en ningún sillón, se sienta sobre una mesa... ¡Quién tuviera un litro i'vino, por cada kilo que pesa! Estribillo ¡Qué lástima, che, compadre, la chacarera se acaba!... Y entre empanadas y vino, se viene la madrugada.