Acordes y notas
Registrada en sadaic el 11 de marzo de 1996, Arroyo de los olvidos es un estilo de Marcelo Berbel que Argentino Luna canta en la tonalidad de La mayor, cuyos acordes se han aplicado a la letra publicada aquí.
Quizás la mayor dificultad sea el trabajo de la mano derecha (o de la izquierda para los zurdos), pues el estilo, como la milonga surera, se acompaña con un punteado y no con un rasguido. En realidad se puntean las bordonas con el pulgar y con las cuerdas de sonido más agudo (primera, segunda y tercera) se hacen arpegios utilizando los dedos índice, mayor y anular, enganchándolas hacia arriba. A veces se tocan las tres juntas, usando los mismos dedos (el índice para la tercera, el mayor para la segunda y el anular para la primera).
Aunque parezca complicado vale la pena practicar esta digitación, pues permite dar mayor variedad a los acompañamientos. Juntando los tres dedos no resulta difícil hacerlos calzar uno en cada cuerda, y tirándolas hacia arriba sonarán las tres a la vez, algo difícil de lograr rasgueándolas con el pulgar hacia abajo, pues tenderán a sonar como un arpegio.
Letra y acordes del estilo Arroyo de los olvidos
Letra y Música: Marcelo Berbel
Cantado Arroyo de los olvidos A E7 vengo a probar de tus aguas, D E7 A con un cansancio en el alma E7 y el corazón dolorido. D E7 A Por eso llego y te pido, E7 aliviador de dolores; A que cures los sinsabores E7 que he venido padeciendo. A De nuevo aquí estoy sediento, A E7 quiero olvidar sus amores. D E7 A Recitado Yo se que siguen doliendo, viejas heridas cerradas. Parecen cicatrizadas pero adentro están ardiendo. Yo tengo desde otros tiempos heridas que andan conmigo, y aquella que me hubo herido es la que quiero olvidar. Por eso es que estoy acá, arroyo de los olvidos. Cantado También se que los que olvidan parece que no sufrieran. Pero les anda una pena como una espina metida. Y ansí transitan la vida sin llorar lo que han querido, a pesar de que han sentido dolores que no comprenden. Lo mío es muy diferente, arroyo de los olvidos. Con tristeza te pregunto si ha bebido de tus aguas, porque juró que me amaba con su sentir más profundo. Que sólo tenía en el mundo como sueño muy querido lo que le dio el amor mío; pero una tarde sin sol se fue sin causas ni adios, arroyo de los olvidos.