Romildo Risso nació en Montevideo el 20 de octubre de 1882, y en 1910 se radicó en la Argentina, en la ciudad de Rosario. Se desempeño en distintos oficios, y llegó a ser gerente de la empresa Yerbatera Argentina S.A.. Debido a esa función tuvo que viajar a varias provincias argentinas (Tucumán, Salta, Misiones, Entre Ríos y Corrientes), y también al Paraguay. Aunque ya había empezado a escribir en su juventud, su primer libro de poemas, Ñandubay, fue publicado en 1931, al que siguieron otros en el curso de poco más de una década. Para esto contó con el apoyo de la Asociación de Cultura Tradicionalista del Río de la Plata y de la Asociación El Mangruyo (de Rosario), que lo ayudaron en la edición y distribución de su obra. Curiosamente, aunque no había vivido en el campo su poesía se centra en la vida y costumbres del hombre de campo, en base a su gran poder de observación.
Atahualpa Yupanqui había tenido que exiliarse debido a su participación en 1932 en la "revolución de los Kennedy", luego de la cual se vio obligado a huir al Uruguay, algo a lo que hace alusión en su milonga Sin caballo y en Montiel (en referencia a la zona de Entre Ríos con ese nombre). En 1934 se dictó una amnistía que permitió a Atahualpa Yupanqui radicarse en Rosario de Santa Fe, donde conoció a Romildo Risso en la Asociación El Mangruyo y se hicieron amigos. En 1936 hizo sus primeras grabaciones para el sello Odeón auspiciado por El Mangruyo, algunas con letra de Romildo Risso. Luego de seguir su derrotero de andar por el país volvería a ponerle música a un poema de Romildo Risso, publicado en 1946 en su libro Luz y distancias. Así comenzaba la historia de Los ejes de mi carreta.
Letra de la milonga pampeana Los ejes de mi carreta
Letra: Romildo Risso
Música: Atahualpa Yupanqui
Porque no engraso los ejes, ) Bis me llaman abandonao... ) Si a mí me gusta que suenen, ) Bis pa' qué los quiero engrasaos... ) Es demasiado aburrido ) Bis seguir y seguir la huella, ) andar y andar los caminos ) Bis sin nada que me entretenga...) No necesito silencio, ) Bis yo no tengo en qué pensar. ) Tenía... pero hace tiempo...) Bis ¡Aura, ya no pienso más! ) ¡Los ejes de mi carreta, nunca los voy a engrasar!
