Nota: Según Héctor Pedro Blomberg la letra de este vals está inspirada en la realidad. El nombre de la protagonista de esta historia era Dionisia Valderrama, aunque también se la llamaba la Rubia del Saladero, Dionisia Miranda o Ramona Bustos, por eso prefirió llamarla "La pulpera de Santa Lucía". Blomberg cuenta que "Dionisia era rubia, de ojos celestes. Su padre, Juan de Dios Miranda, murió en las guerras de Oribe, y ella quedó con la madre al frente de la pulpería de la calle Larga de Barracas, cerca de la quinta de Amalia".
En cuanto al acompañamiento, omo se hace habitualmente en este cancionero, se ha buscado la tonalidad con los acordes más fáciles, que en este caso es La menor. En la partitura original la tonalidad es Mi menor, pero Ignacio Corsini la grabó en Do sostenido menor, a juzgar por la grabación. Es normal que cada cantante acomode la tonalidad a su registro vocal, y para los guitarristas no muy duchos con el instrumento lo más práctico es usar un capotraste o transporte, aunque no es aconsejable usarlo por debajo del cuarto traste pues se pierden demasiado los graves de las bordonas. Un recurso simple, pero efectivo, es afinar la guitarra de manera que la tonalidad cuyos acordes pueden ejecutarse sin dificultad se acomode al registro vocal de quien hay que acompañar. En esto también hay que ser prudente y no subir o bajar más de 3 ó 4 semitonos, para no desnaturalizar el sonido de la guitarra.
Letra y acordes del vals La pulpera de Santa Lucía
Letra: Héctor Pedro Blomberg
Música: Enrique Maciel
I Era rubia y sus ojos celestes Am A7 Dm reflejaban la gloria del día E7 Am y cantaba como una calandria E7 la pulpera de Santa Lucía. Am Era flor de la vieja parroquia. Am A7 Dm ¿Quién fue el gaucho que no la quería? E7 Am Los soldados de cuatro cuarteles G7 C suspiraban en la pulpería. E7 Am II Le cantó el payador mazorquero Am A Dm con un dulce gemir de vihuelas A Dm en la reja que olía a jazmines, G7 C en el patio que olía a diamelas. E7 Am Con el alma te quiero, pulpera, A Dm y algún día tendrás que ser mía, A Dm mientras llenan las noches del barrio E7 Am las guitarras de Santa Lucía. E7 Am I (Bis) La llevó un payador de Lavalle cuando el año cuarenta moría; ya no alumbran sus ojos celestes la parroquia de Santa Lucía. No volvieron los trompas de Rosas a cantarle vidalas y cielos. En la reja de la pulpería los jazmines lloraban de celos. II (Bis) Y volvió el payador mazorquero a cantar en el patio vacío la doliente y postrer serenata que llevábase el viento del río: ¿Dónde estás con tus ojos celestes, oh pulpera que no fuiste mía? ¡Cómo lloran por ti las guitarras, las guitarras de Santa Lucía!