Letra y Música: Andrés Cepeda
Sobre el flete del amor quise jinetear un día, porque creí que sería mansito y cabestreador; con un recao de mi flor a mi gusto lo ensillé; puse de freno la fe, de carona la esperanza, y pa' no andar con tardanza con los celos lo cinché. Arrollado en forma e' lazo el óido a los tientos puse, y a jinetear me propuse como buen criollo, amigazo; lo monté y un rebencazo le dí pa' hacerlo trotar. Cuando se sintió tocar salió como exhalación, y en el campo e'la pasión se me laró a corcoviar. Era fierazo el terreno, medio me hizo estremecer, pero lo hice obedecer porque llevaba buen freno, y un espíritu sereno no se abatata ande quiera; lo hice saltar la tranquera del potrero de la duda, ahí la cosa fue peluda, amigazo, si usted viera. Un semejante bufido dentro del flete se oyó, y viera cuando agarró pa' los campos del olvido; ahí me vi medio afligido, el freno se me quebró, y de un corcovo que dio aquel animal tan fiero, sonó la cincha, aparcero, y el seguro se cortó. Pegó un relincho, y siguió bellaquiando fiero el flete, y lo mesmito que un cuete, del lomo me desprendió. En de un pozo me largó como por un rayo herido; cuando recobré el sentido recién vide con horror, que en el pozo del amor el flete me había metido. Me levanté algo atontao de semejante porrazo, y sin saber cómo, el lazo me lo hallé al cuello arrollao. Todavía no me he curao porque el golpe fue muy recio, tomé el agua del desprecio por ver si podía sanar; señores, me he hice golpiar de puro chambón y necio. Si alguien llegase a encontrar por el camino a ese flete, siéntesele si es jinete y no se deje golpiar; tiene siempre que llevar el rebenque del rigor; castíguarlo con ardor, sin descansar, las verijas, así le saldrá de fija mansito y cabestreador. Si se llegase a bajar, déjelo siempre maniao, y si es posible trabao si a pie no quiere quedar; no se lo emprieste pa' andar ni al domador más pintao, y con esmero y cuidao déle buena mantención, pero pa' su salvación no ande con naide enancao.
