Autor: Julio Secundino Cabezas
Me han dicho, pero no sé, que es regular pa'l cuchillo; de Dolores al Tordillo no hay rivales para usted. Vaya preparándose hoy lo he venido a probar, pero no piense en sacar conmigo ninguna ventaja... Apriétese bien la faja si es que me quiere marcar. Mi nombre es Cipriano Lara del pago de Guaminí; soy el tata del gurí que usted le marcó la cara. Me gustan las cosas claras como a todo caballero. Su fama de cuchillero no me acobarda, Moyano, si se conserva orejano será porque es ventajero. Yo tengo rayado el cuero (siempre se rayan los machos) y nunca marqué un muchacho sacando el fierro primero. Detesto a los ventajeros y a los cobardes, Moyano. Un momento, tenga mano, no se apure por largar: "No por mucho madrugar se amanece más temprano". Y ya peló una fariñera como una cola de iguana y me tiró con ganas un hachazo a la sesera. Me lo saqué de la pera en el preciso momento en que sentí como viento una feroz puñalada... Ahí le cambié la pisada y se cayó de angurriento. Insistió con un hachazo con las mismas pretensiones... Me afirmé en los garrones y lo aturdí de un planazo. Me largó con todo el brazo una débil puñalada y le grité a la llegada: -¿Dónde vas tan apurado? y al trote pasó agachado como cuzco a la carneada. Tres veces quedó pagando y no lo quise achurar. Diez veces tiró a llegar y pasó como campeando... Yo lo peleaba esperando que el caso se presentara para marcarle en la cara con mi fierro un barbijo en el nombre de mi hijo que lleva el apellido Lara. Le puse el pecho'e carnada pero me falló el anzuelo... Me le tendí hasta el suelo y aproveché la bolada: de revés y en la quijada le marqué al ventajero un barbijo pa'l sombrero. A mí me gusta arriesgar. Es de cobarde marcar sacando el fierro primero.
Nota: La publicación de este poema ha sido posible gracias a la inestimable colaboración del amigo Luis María Filomeno, quien lo reconoció a través de los datos de la página "Complaciendo su pedido" y me lo envió prolijamente redactado.
Hay un par de palabras que conviene definir:
Orejano: Animal vacuno sin marca de dueño en la oreja. Por extensión se le llama así a la persona sin padre conocido, hijo ilegítimo o natural. Pero en este caso toma el significado "sin marca", en el sentido de que no tiene marcas de heridas, por eso dice después "yo tengo rayado el cuero...".
Fariñera: Cuchilla de doble filo, de hoja ancha y de grandes dimensiones.
Cabe aclarar que el gaucho solía usar facones de grandes dimensiones como herramienta para sus tareas rurales, y generalmente se le llamaba facón caronero, porque por su gran tamaño iba alojado en la montura del caballo. Sin embargo en manos expertas podía convertirse en un arma terrible, como la famosa daga de Moreira, que perteneció al gaucho Juan Moreira, cuya hoja tiene cuatro centímetros de ancho y sesenta y tres de largo, con un largo total, contando la empuñadura, de ochenta y cuatro centímetros.