Letra: Gualberto G. Márquez
Música: René Ruiz
(Cantado) Le corro con mi manchao al alazán de Cirilo y no le pido ni un kilo como le dio al colorao... Nicasio, de abanderao y como juez don Zenón, a correr dende el portón hasta allí, hasta el esquinero... y me juego hasta el apero ¡y empeño hasta mi facón! (Recitado) ¡No respeto, caballeros, estao, ni pelo ni marca, y al de la estancia 'e "La Zarca" le pueden bajar los cueros! ¡No me asustan parejeros con tapa ni con trompeta... pues no es al primer sotreta que allí, en la esquina 'e Las Latas l'echo revoliar las patas y también largar la jeta...! (Cantado) Le aceptan y desensillan dejando sobre el apero, botas, facón y sombrero y hace vincha su golilla. Va de la cancha a la orilla en vez de un rebenque, dos... con la fe puesta en su Dios cual legítima esperanza, pa' los laos de la balanza a igualar sesentidós... (Recitado) Le tocó un rosillo moro marca de Hilarión Contreras, que había ganao más carreras que el colorao sangre 'e toro. Lo montaba un mozo Floro muy güen corredor campero, puntiador y ventajero pa' largar a la bandera, pues no había quién saliera ¡siempre picaba primero! (Cantado) El rival del mocetón que se sintió desafiar, cargó, pa'l peso igualar medio kilo 'e munición... Lo rodeaban un montón que hacían juerza pa' su lao... Otros, palmiando al manchao seguían pa'l andarivel, como si vieran en él un triunfo ya descontao. (Recitado) ¡Y pa' qué seguir contando lo que fue aquella carrera! Si cualquier hombre de ajuera Ya lo estará calculando... Anduvieron mañeriando errar y errar la partida, hasta que en una corrida les bajó el abanderao, y el rosillo y el manchao ¡jueron una luz prendida! (Cantado) Y se sintió ¡Ya pegaron! y la cosa jué pareja, ni se sacaban la oreja y los rebenques bajaron... Y cuando al final pasaron entre público y rayeros, entre aplausos y sombreros que se agitaban de gozo, el juez gritó sentencioso: "¡Puesta, nomás, caballeros!"
Nota: La milonga "El desafío" describe una carrera de caballos de las llamadas "cuadreras", que tienen características propias. Participan solamente dos caballos, y generalmente la largada se hace partiendo a un galope lento, hasta que en determinado momento uno de los jinetes invita al otro con un "¡vamos!", que puede ser aceptado o no, si el otro juzga que se encuentra en desventaja. Esto da origen a que haya varios amagues de partida, hasta que finalmente uno acepta y se inicia la carrera. Otra formar de largada es mediante una bajada de bandera ("Nicasio de abanderao"). El nombre deriva de la "cuadra", unidad de medida de 129 metros, pero actualmente la distancia recorrida en una cuadrera oscila entre los 200 y 300 metros.
Aunque hay otros videos con el audio de esta milonga, decidí hacer uno con la interpretación de Las Hermanas Berón porque a mi juicio es la mejor, pues no solamente cantan la letra completa (que generalmente es acortada por otros intérpretes), sino que intercalan sus propios diálogos, al estilo de los criollos habituados a esas carreras de caballos. Elba Berón es quien le pone "picante" a esos diálogos, siempre "cargándola" a su hermana "Doña Rosa". Por ejemplo, cuando después de preguntarle "¿y qué caballo va a elegir?" le dice "¡elija cualquiera de estos tres!" se está refiriendo a los guitarristas que las acompañan.
Rosa y Elba Berón eran las hijas menores de Adolfo Manuel Berón, cantor, compositor y guitarrista; el mayor de los varones, Adolfo Berón, tuvo una destacada carrera como guitarrista de la música tanguera. Luego venían José, al que le seguía Raúl, considerado uno de los mejores cantores de tangos; José también fue cantor de tangos, pero menos destacado, quizás porque su timbre de voz era muy parecido al de Raúl. El dúo de Las Hermanas Berón se disolvió cuando Rosa contrajo matrimonio con un futbolista y debió radicarse en Colombia, de manera que Elba Berón prosiguió su carrera como cantante de tangos.
