Letra y música: Fermín Fierro
I A la hora que la luna va muriendo, justo cuando comenzabas a soñar, arranqué de mi guitarra unos arpegios; para que tengas un lindo despertar. Se entreabrió la ventanita de tu rancho, y a la sombra de un lapacho me escondí, galopaba el corazón ya desbocado; y empecé mi serenata para tí. II Escucha mi serenata que sólo es para tí; yo no sé decir nada, sólo te quiero "cuñataí"; sólo te quiero, te quiero "cuñataí".