Letra: Albérico Mansilla
Música: Eduardo Falú
Qué me puede importar, después de todo, Am E7 el trance de partir, si yo he logrado A7 Dm llenar cada minuto transcurrido C con un claro vivir enamorado; F E7 si la vida no fue, en definitiva, F Am sólo un motivo para haber amado. E7 Am Qué me puede importar el corto tiempo que resta por vivir, si la jornada tiene un punto final ya establecido y la vida es la muerte demorada; si hay un tiempo de amar, que ya he vivido, y otro de soledad, olvido y nada. Estribillo Tras los cerros, de a poco, A E7 A como en lenta agonía E7 A dibujando ceibales D A muere, lejano, el día. E7 A Renacerá la luz, y nuevamente E7 A cobrará su perfil la serranía. D A E7 A Un tiempo de partir va señalando la urgencia de vivir como yo quiera, el rigor del invierno justifica el ansia de gozar la primavera; si no puedo encontrar la buena senda prefiero equivocarme a mi manera... Quiero quedarme, aún cuando me vaya en la memoria de quienes me han querido, en los versos triviales que repita con su cantar algún desconocido o regresar en el perfil de un hijo como ese amanecer que ha renacido. Estribillo Tras los cerros, de a poco, como en lenta agonía dibujando ceibales muere, lejano, el día. Renacerá la luz, y nuevamente cobrará su perfil la serranía.